La fibrosis quística (también conocida como CF o mucoviscidosis) es una enfermedad hereditaria común, no contagiosa.
Es una patología muy compleja y que afecta a muchos órganos corporales, manifestándose de forma diferente y en diferentes grados en cada paciente.
El nombre de fibrosis quística se refiere a la cicatrización característica (fibrosis) y la formación de quistes dentro del páncreas.
La dificultad para respirar es el síntoma más grave y los resultados de infecciones pulmonares frecuentes que deterioran el tejido pulmonar determinan el pronóstico de su evolución llegando a necesitarse un trasplante de pulmones.
La fibrosis pueden ser tratadas, con antibióticos y otros medicamentos, aunque no curadas,.
La enfermedad pulmonar resulta de la obstrucción de las vías respiratorias debido a la acumulación de secreciones en mucosa y la inflamación resultante.
La inflamación y la infección causan lesiones y cambios estructurales en los pulmones, lo que da lugar a una variedad de síntomas.
En las primeras etapas, la tos incesante, la producción abundante de flemas y la disminución de la capacidad para hacer ejercicio son comunes. Muchos de estos síntomas ocurren cuando las bacterias que normalmente habitan el moco espeso crecen fuera de control y causan neumonía.
En etapas posteriores de la FQ, los cambios en la arquitectura del pulmón agravan aún más las dificultades crónicas en la respiración.
Otros síntomas incluyen tos con sangre (hemoptisis), cambios en las vías respiratorias mayores en los pulmones (bronquiectasias), presión arterial alta en el pulmón (hipertensión pulmonar), insuficiencia cardíaca, dificultades para obtener suficiente oxígeno para el cuerpo (hipoxia) e insuficiencia respiratoria que requieren soporte con máscaras respiratorias, como máquinas de presión positiva para vías aéreas de dos niveles o ventiladores.
Además de las infecciones bacterianas típicas, las personas con FQ suelen desarrollar otros tipos de enfermedad pulmonar.
Entre estos se encuentra la aspergilosis
broncopulmonar alérgica, en la cual la respuesta del organismo al hongo común
Aspergillus fumigatus causa un empeoramiento de los problemas respiratorios.
Otra es la infección con el complejo Mycobacterium avium (MAC), un grupo de bacterias relacionadas con la tuberculosis, que puede
causar daño pulmonar adicional y no responde a los antibióticos comunes.
El moco en los senos paranasales es igualmente grueso
y también puede causar el bloqueo de las fosas nasales, lo que lleva a la
infección. Esto puede causar dolor facial, fiebre, drenaje nasal y dolores de cabeza.
Las personas con FQ pueden desarrollar un sobrecrecimiento del tejido nasal
(pólipos nasales) debido a la inflamación de las infecciones sinusales
crónicas. Estos pólipos pueden bloquear los
conductos nasales y aumentar las dificultades respiratorias
Durante el proceso de la Haloterapia , la abrumadora mayoría de los pacientes con fibrosis quística consiguen un drenaje de las secreciones respiratorias; disminución de la frecuencia e intensidad de la tos, expectoración más fácil del esputo, que se vuelve menos viscoso y cambia su naturaleza.
Tal dinámica de síntomas clínicos es una evidencia de activación del transporte mucociliar e intensificación del drenaje respiratorio.